Vivimos en un mundo de mierda. Gente bebiendo hasta morir y hasta matar, en autos, en calles oscuras o entre decorados naive de locales céntricos. En los autos, en las caras, en las faldas el mundo es una mierda.

¿Que sería de nosotros sin las prostitutas? Que futuro tendrían nuestros hijos si no existiera la lujuria, que sería de la maldita iglesia si no tuviera una sola mierda que perdonar al mundo. Hacerle creer que lo perdona.

Que seria del mundo sin los cojudos, sin las ingenuas, sin las poses, sin la corrupción, sin las drogas. ¿Que harían los malditos decentes si los alcohólicos no existieran? ¿Qué mal ejemplo darían a sus hijos? ¿Qué habría en la televisión, si el morbo, la sangre y el sexo cruel no existieran? ¿Qué haría televisa si no hubiera débiles mentales mirando cada uno de los programas y novelas que le salen del culo?

¿Qué sería de las fantasías más locas de los amantes, si no hubiera violadores que las inspirasen? ¿Qué sería de nosotros si no tuviéramos terror a no despertarnos un día? Viviríamos jodidos, como ahora, pero peor. Que sería de los periódicos, si no hubiera terroristas, asesinos a sueldo y crímenes pasionales y suicidios y parricidios. ¿! Qué sería de la literatura sin todo eso!? ¿! Por dios inexistente!?

¿Que mierda pintarían los pintores? ¿Qué letras tendrían las canciones de mierda de las bandas doblemente de mierda que inspiran a los adolescentes que se sienten solos? ¿De que me reiría yo si la música evangelista no existiera? Esas ovejas necesitan temerle a algo, pero no se dan cuenta del cruel juego que es el mundo. Necesitamos a los enfermos, a los hambrientos, a los asesinos, a los dictadores, necesitamos a las putas, a los drogadictos, a los mentirosos, a los aburridos, a los imbéciles, necesitamos a los crueles, a los infames, a los injustos, a los inmundos a los borrachos y a las que se acuestan contigo por nada. ¿Qué sería de nosotros sin esos ángeles del concreto?

El mundo es una mierda y así está bien. Así lo hicimos porque no conocemos otra manera y no existe nadie capaz de corregir al espíritu masturbador, egoísta y ambicioso del hombre, ese espíritu santísimo regido por el deseo y la perversión, la mierda.